domingo, 24 de junio de 2007

Contenta y relajada

Hola amigos,
pues así me siento hoy, contenta y relajada. He tenido un fin de semana maravilloso, he disfrutado con amigos de verdad, de los que están ahí y uno puede relajarse junto a ellos porque se siente querido y protegido, y qué importante es, pienso, sentirse parte de algo, al final todos deseamos sentirnos dentro del mundo, por mucho que sepamos que hay algo de gregario en este gesto, ¿qué más da?
Ahora me viene a la mente un fragmento de Rayuela donde Horacio, ese tipo maravilloso y loco que de todo hacía filosofía, comenta acerca del gregarismo. Y dice una frase que me encanta: "es preferible una módica indecencia a una decencia gregaria". Y bien, comparto bastante eso de no estar rodeado de gente por el temor a quedarse a solas con uno mismo. Más bien pienso que pobre del que no sepa estar a solas consigo mismo, del que tema mirarse en el espejo, tener el valor exacto de sus defectos, y aquí parafraseo al autor de un libro que leí por curiosidad pues se llama Ibis, igual que yo (aunque a mi madre le gustaba más con v que con b y se tomó una licencia). Es un libro de Vargas Vila, un escritor creo que colombiano, un poco cursi él, que decía algo así como: "tener el valor de tus virtudes es un negocio. Tener el valor de tus defectos, es el valor". El libro está lleno de frases lapidarias como ésta, lo que le da un aire de manual de instrucciones.
No quiero ser pedante y citar constantemente libros, pues además no soy de las que se ha leído todo lo que debería, pero volviendo al tema de la compañía, los grupos, la socialización. Yo he tenido a lo largo de mi vida opiniones diversas acerca de los grupos. Al principio no sabía vivir sin mi correspondiente pandilla, era algo tan natural que ni me lo cuestionaba. Luego comencé a creerme diferente y a sentirme fuera de grupo en cualquier ambiente, no sé por qué, pero pasé por una etapa de rebeldía tonta, sin darme cuenta de que incluso esa rebeldía, con todo lo que conllevaba, era maniquea. Pero maniquea y todo, me llevó a actuar como una espía, a ser una paria dentro de mi tribu. Era como si lo mirase todo desde el público, sin intervenir en la representación, supongo que se estaba formando mi personalidad de escritora. El caso es que los grupos y yo no ligábamos, o mejor dicho, que ligábamos tanto que era sospechoso. En mi versatilidad era capaz de compartir tertulia por igual con científicos, rockeros, estudiantes de derecho, médicos, cubanos del bajo mundo (no era mi especialidad, lo reconozco, pero qué divertidos e instructivos pueden llegar a ser), aburridos y sobrios literatos, de esos que se ponen a buscar la pelusa de la recontrapelusa, y también esos mismos literatos ya borrachos, muchísimo más divertidos, ricachones de lo más cool, pobres de solemnidad, solidarios militantes, diseñadores... Yo podía con todos, me los aguantaba a todos, muchas veces con sincero interés, pero sin llegar a sentirme como ellos, siempre salvando las distancias, en una actitud de sospechosa frialdad. No lograba integrarme en ningún grupo, no era de fiar, yo misma no hubiera confiado en mí misma entonces, que no hace tanto. Era como una extraterrestre caracterizada de diferentes trajes con la misión de espiar submundos del género humano. Pero luego me cansé.
Me cansé de ser tan abierta que por poco se me caen los sesos, de ser tan diplomática, de no dar afecto verdadero, de no echar raíces. Me cansé de comprender, de ser una curita, un bálsamo, una especie de psicóloga sin consulta ni honorarios, de ser buena lo mismo para un roto que para un descosido, de ser tan perro verde, en definitiva. Y no es que no fuera sincera en mis afectos (sé que ahora parecerá que me desdigo) pero mis afectos eran tantos y tan diversos, que no podía dar abasto, ni aunque fuera superwoman habría podido mantener tantas amistades con tan disímiles intereses. Por eso ahora voy descartando, creo que al fín voy encontrando mi sitio, mi lugar en el mundo (me ha costado). Quizás el grupo me ha escogido a mí o yo he bajado la guardia porque me estoy poniendo vieja y me gusta sentirme arropada , o quizás he legado a la conclusión de que da igual si se trata de moteros o evangelistas pentecostales, hay de todo por todo o en todas partes cuecen habas (tanto hablar pa llegar a la brillante conclusión, qué desperdicio de palabras).
El caso es que ahora me siento feliz con mi grupo de amigos, con los que estuve este fin de semana, aunque no son, ni mucho menos, todos mis amigos verdaderos, tengo más, tengo muchos, de hecho, de mi periplo por diversos submundos me ha quedado un ramillete de amigos de todas clases, en eso sí soy rica, y como dice el refrán que el que tiene un amigo tiene un central, yo puedo considerarme millonaria. Lástima que mi persona sea limitada y no pueda corresponderles con la misma intensidad, dios sabe que lo he intentado.
Ellos, mis amigos, no son perfectos ni mucho menos, son más bien pobres, pero ricos de espíritu, no son muy guapos, pero tampoco son feos, son simples, ese es el secreto, son buena gente, ese es el segundo secreto. Me aceptan como soy, ése es el tercero.
Molt bona nit a tothom.

1 comentario:

Jose Varela dijo...

Me da gusto saber que pasaste un buen fin de semana acompañada de "amigos", ellos son los que nos dan la validacion de quienes somos, de como somos, de lo que podemos llegar a ser en el futuro.
Sinembargo, te confiezo que he sido una persona que no cree en la "amistad", te parecera extraño y hasta un poco negativo. Todo lo contrario. Creo solamente en la vibracion, esa que nos hace conocer a un extraño y de forma misteriosa nos damos cuenta de que es como si lo hibieramos conocido desde otra vida anterior. La definicion de amistad es tan sagrada y profunda que solo la guardo para los que como te decia llegan a mi vida expontaneamente y se quedan dentro de mi ser para la eternidad. Ademas que el mejor y unico amigo que puedes encontrar esta dentro de ti misma, TU debes ser TU mejor amiga. Somos seres sociales, necesitados de compañia, de la presencia humana, caribeños al final de cuentas, pero si nos llegaramos a quedar solos, lo unico que necesitamos es nuestro amor propio. Esta es mi experiencia personal y privada, no quiere decir que se aplica a todos los demas, cada persona es "un mundo", la salvacion, la partida, la transformacion se hace de forma solitaria. Nada trajimos, nada nos llevaremos, mas que nuestro propio ser.
Disfruta cada momento, sorprendete de y con todos, da lo mejor de ti, ama incondicionalmente, pero al final del dia regresa a centro de tu ser, a la amiga eterna que llevas contigo donde quiera que vallas o habites.
Me gustaria conocer tu criterio a lo que te he expuesto.
Besos y bendiciones