viernes, 10 de agosto de 2007

Transparencias

Tal vez un día logre descubrirte
la esencia, y alcanzar donde no llego.
Hasta donde no me dejas llegar,
o hasta donde no quiero.

Mas por ahora me conformo,
con tenderte mis brazos y apresarte,
aunque no logre abarcar con ese gesto
toda la dimensión de tu estatura.

Me basta con cubrirte con mi manto
y el juego no parece complicarse.
Es sencillo: te quiero por ahora
y me quieres, o al menos eso dices.

Te quiero y te retengo por las buenas,
sin realizar esfuerzos sobrehumanos,
sin dejar de ser yo y sin alterarte
el gusto a ti, que tanto me provoca.

Te quiero sin temores ni exabruptos,
sin miedo al abandono o al olvido.
Mi amor es algo así como una fuente
volcada sobre un río.

Nada espero de ti que no me dieras,
nada te doy de mí que no me pidas.
Queriéndonos así, la primavera
nos durará, quizás, toda la vida.

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