lunes, 23 de junio de 2008

Ángel Escobar

La semana pasada un amigo virtual me descubría a este poeta cubano del que no tenía lecturas y al adentrarme en Internet (otra cosa no tengo desde aquí para acercarme a la literatura cubana) me llevé una grata sorpresa, bueno, grata no es la palabra más adecuada para catalogar estas lecturas, que son más bien durillas, penosas, porque Ángel Escobar no fue un poeta complaciente, ni es cómodo de leer. Sufrió, sufrió mucho según parece, y terminó suicidándose. Lanzándose al vacío. El pobre, qué final más triste. Verdaderamente poético.


Los dejo con un poema de este autor, que sobrecoge por su tono agresivo. No debía estar muy cuerdo ya para entonces.


Exhortaciones al perfecto

mírame bien / ves esta cara redonda como el parche
de algún tambor de feria / te pregunto
la ves/ tú estás seguro que la ves
si así es puedes rajarla nomás con proponértelo

lo harás cogiendo tus baquetas golpeando
un poquito más duro que antier / te aseguro
que hoy no hará la misma fuerza que mañana

rómpela / pronto / rómpela
no te detengas / yo me torné inmaduro difícil cuestionable
yo conservé el error y la posibilidad de lo imperfecto
yo celebré el desliz que salía caliente de mi plexo solar
y de mi cara
metía y meto la pata en cualquier hueco y el riñón
menos apto y el pulmón y la cara /
mira que fallo cometió el universo
al empujar tantos litros de sangre a este abandono
acercarte perfecto
puedes coger el martillo / hacer añicos
mi cara / este trozo de terracota mal moldeada
yo sé que piensas que se parece a un cero / pues no
lo pienses más / decídete y golpea
que el cero es una posición muy incómoda
ven machácala y anda / machácala y trota
podrás hacerte un escalón
cuando ya esté mi cara derrumbada

Luego he encontrado también en El blog de Arique, unas referencias interesantes a la etapa que este poeta pasó en Chile.
Un poeta interesante, sin lugar a dudas.

2 comentarios:

Gustavo Cesped Cariaga dijo...

Hola Bella Cubanita,

tuve la suerte de conocer a Angel Escobar en su estadia en Chile y de compartir con él algunas noches de deliciosa tertulia junto a su caracteristico bigote y al cigarrilo que, cual Sancho, a acompañaba a su hidalgo mostacho.

Era un tipo extraordinario, gran conversador y cultisimo., es raro pero no logré sentirme con la confianza suficiente para consultarle si tenia algún problema que lo agobiaba (yo tenia sólo 20 años en ese entonces -1993- y no sabia nada de su vida aparte de que era poeta), pero siempre me llamó la atención que independiente de las buenas bromas que nos jugaba, de los comentarios divertidisimos con los cuales todos reíamos a coro, el subitamente, mientras aun todos nos deslizabamos por la carcajada, terminaba de reir y quedaba con el semblante en plena seriedad, entonces llevaba su mano y su permanente cigarro en ella a sus labios, y a traves de una bocanada le volvia el alma al cuerpo y con esto volvia a conversar.

Solo en 1998 me enteré de su suicidio.

Un gran hombre y en consecuencia una gran perdida.

Saludos preciosa y cariños a tod@s tus lector@s.

Gustavo Adolfo Cesped Cariaga
Sociólogo
CHILE
gcespedcariaga@yahoo.com

Ivis dijo...

Hola Gustavo, interesante punto de vista el tuyo. Siempre es mejor conocer a la persona cara a cara, pues se tejen muchos mitos acerca de los poetas y escritores.
Qué curioso, ¿no? En el fondo de su alegría había un gesto grave, como un anuncio de lo que vendría.
Gracias por tu anécdota y bienvenido a mi blog.