lunes, 3 de noviembre de 2008

Tony y María

Tengo en Mallorca a dos amigos excepcionales, personas que sobresalen por sus valores, por su nobleza de espíritu y por la armonía que siempre les rodea a ellos, a su familia y a su casa, que es bella como ellos mismos.
Nunca he hablado de ellos porque no suelen figurar, más bien se distinguen por su discreción, por hacer lo que tienen que hacer cuando hace falta, y por estar ahí siempre, en los momentos difíciles y también en los buenos, siempre dando, abriendo los brazos sin pedir nada a cambio, sin un reproche, una impostura ni -lo que más me admira- una queja.
Les presento a Tony y María, y su hermosa familia, sus (nuestros) amigos y su casa de la montaña donde hemos pasado tan buenos momentos.

Casa de Tony y María, Puigpunyent

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