miércoles, 17 de diciembre de 2008

Eterno día de hoy

A veces, cuando estoy en Cuba, quisiera que la tierra me tragase para no tener que dar explicaciones sobre mi vida, pero es imposible escapar a las miradas indiscretas de la gente que te revisa de arriba abajo creyendo ejercer su santo derecho a interrogarte. Esto de ser objeto de miradas indiscretas no me molestaría si no pasase de ahí, pero desafortunadamente la prudencia no es virtud que abunde entre mis compatriotas, de ahí que las miradas vengan a menudo acompañadas de exclamaciones jocosas, en ocasiones impertinentes.
En Cuba es imposible pasar desapercibido; la gente tiene tiempo libre de sobra para detenerse en la vida de los otros (tal y como enseña el Comité de Rumiantes). Así y todo no creo que los cubanos lideren el ránking de chismografía mundial, aunque quizás es más notable por lo expresivos e irreverente que somos con las normas de educación formal, normas que se han ido relajando, al igual que se han borrado poco a poco las barreras entre las personas en aras de una mayor socialización.
Una de las cosas que más me llama la atención es lo rápido que el cubano acorta distancias (sobre todo cuando media un interés), valiéndose de su proverbial simpatía. A veces, sin más acá ni más allá, te cuenta su vida y milagros, sin pudor de mirarte a los ojos, tocarte las manos, abrazarte… Aunque te acabe de conocer. Como si no supiera que el día de mañana está al doblar la esquina y no tuviera temor a establecer lazos y romperlos más tarde, porque en Cuba lo que sobra es afecto, porque no se vive en el mañana, sino, eternamente, en el día de hoy.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Noto la evolucion logica en tus post a medida que pasan los dias dentro de tu "expericia de reencuetro" con la isla y es normal,creo que para los que vivimos fuera de Cuba nos hace mucho bien visitarla de vez en cuando,no solo para estar con la gente que queremos y extrañamos;sino para refrescar en nuestras memorias las causas que nos invitaron a marchar.
Resiste lo mejor que puedas y disfruta de la gente que quieres.
ROBERTO

Anónimo dijo...

Hola Chinita preciosa.

Que tal tus andadas?,
yo también noto la evolución, a muchos nos ha pasado y como a ti a los pocos días de sobrevivir al jarrito de agua en el baño te re-aplatanas a la indolencia y sobrevienen la fraternidad, y la “conspiradera”, y se te olvida que ya no vives allí, y comienzas a “bisnear” que no es mas que “resolver” y te metes en “la lucha., y ya el mojón en la cera parece normal y al sobrepasarlo miras por encima del hombro para asegurarte que el transeúnte que te sigue se ha “cortado con un vidrio ingles”, y allí mismo soltar la carcajada, ya eres uno mas, y te percatas que al final nunca te has ido, que sigues allí y que todos tuvimos un pasaje azul que nadie podrá quitarnos.
Besos desde Hialeah

Yo

Michell Pérez Acosta dijo...

Hola China:
dichosa tú y los aqui presentes,pues a pesar d los pesares,pueden oxigenar el alma periódicamente desde el 1er contacto con nuestra Isla querida.Desde el 1er contacto físico con el entorno,q no con el stablishmet(metí la h donde 1ro se m ocurrió)..yo soy d los q momentaneamente no puede regresar a "La Tierra"..no vale abundar en razones.
Un abrazo cálido(pero no confianzudo)como nuestro trópico insular.