lunes, 7 de septiembre de 2009

¡Cuidadito compay gallo, cuidadito!

Hoy quiero reproducir aquí una denuncia que ha hecho un amigo, el músico cubano Ramiro Infante, en su recién estrenado blog "El trovador foraster" de una práctica bastante frecuente entre los músicos y artistas cubanos, que es desgraciadamente el mal hábito de pisarse las actuaciones, de hacer competencia desleal. Cierto que no corren buenos tiempos para la música en vivo y mucho menos para la música cubana, que en estos lares tiene una demanda limitada, pero ¿dónde han quedado los buenos valores? Yo también me lo pregunto.


¡CUIDADITO COMPAY GALLO, CUIDADITO!


Hoy no tenía intenciones ningunas de referirme a este tema, pero no dormiría ni viviría tranquilo si no expreso mi más seria preocupación y de paso alerto por una práctica que de tanto en tanto renace como mala hierba entre los músicos que vivimos y trabajamos fuera de Cuba.

Resulta que actuando “Havana Swing” hace dos semanas en el que ha sido nuestro sitio habitual de trabajo cada sábado durante todo lo que va de verano, se nos comunicó que el sábado 29 vendría a compartir escenario con nosotros un cantante cubano que anda por la Isla. La noticia, honestamente, no nos causó “ni frío ni calor”, acostumbrados como estamos en tantos años de experiencia en estas lides a compartir sentimiento y tarima con otros colegas y con figuras de renombre en el ámbito de la música popular cubana.

Lo cierto es que al terminar la noche el responsable del local nos dijo que viniéramos a actuar la semana próxima ( ayer día 5), pero la siguiente (día 12) no, porque vendría en nuestro lugar el cantante al que me he referido antes.

No tengo idea ni de la manera en que se presentó ante el regente del local ni de si ha habido algún tipo de intencionalidad en los actos de este señor. Espero que no.

En tiempos de crisis, cuando la ley de la oferta y la demanda muestra su cara más despiadada, es perdonable que se salga a la calle a buscar a toda costa un trabajo donde ganarse el sustento y llegarlo a hacer incluso agresivamente. Hasta aquí todo muy bien.

Ahora, mi reflexión: ¿es ético o válido que un músico que se respete vaya a un sitio donde hay otros coterráneos brindando sus servicios y se ofrezca para lo que a la larga podría resultar una sustitución?

No juzgo ni acuso, sencillamente reflexiono.

En el enjundioso argot de mi barrio a esto le llaman “piratería” y por suerte la época de los piratas y corsarios, muy rentable en según que islas del planeta, hoy con la deleznable excepción de los neopiratas somalos , ya es una lacra de el pasado.

Si pusiéramos nuestro pensamiento por un momento en el precioso legado de Cuní, Chapottín, o Benny – “hombres y amigos”- seguramente seríamos un poco más celosos en el cuidado de esas hermosas tradiciones de compañerismo y hermandad que ellos nos dejaron como herencia.

Aún así, me niego a creer en aquello de que no hay peor cuña que la del mismo palo.

¡Qué siga el Son!


Ramiro Infante

Palma, verano 2009


Ver el post original en el blog de Ramiro.
Ir al blog de Havana Swing Mallorca.

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